Si de preferencias de los consumidores se trata, no se puede negar que los helados soft ocupan un lugar preponderante.
Pero, ¿qué hace que el helado suave sea el favorito de los niños y también de una buena parte de los adultos? La respuesta se encuentra en su textura cremosa, ligera y aterciopelada.
En este artículo, repasamos el origen y las características del helado soft y descubrimos qué tener en cuenta para elegir la mejor base para elaborarlo.
Qué son los helados soft
También llamado soft serve, softy o candy (tal como se lo conoce en el interior de nuestro país), se trata de un helado de textura cremosa que se elabora con una máquina que introduce aire en la mezcla mientras se produce el congelamiento.
Además de ser más ligeros y suaves, los helados soft se diferencian de los tradicionales en 2 factores fundamentales. Por un lado, su contenido graso es menor, ya que oscila entre el 3% y el 5%, mientras que la versión clásica de una crema helada presenta un rango que abarca entre un 6% y un 12% de materia grasa.
Por el otro, se produce a una temperatura que ronda los −4°C, a diferencia del tradicional que se almacena a −15°C.
En el momento de la elaboración, el mix se coloca en la bacha de la máquina, manteniéndose a 3°C. Cuando se prepara para servirse, la mezcla se descarga en el cilindro de congelación — ya sea por gravedad o a través de una bomba— y se combina con la cantidad de aire deseada.
Esto hace que se bata y se congele rápidamente, permaneciendo con estas características mientras está dentro del cilindro. Gracias a este procedimiento, el producto final tiene un sabor más cremoso y una textura más suave.
Cómo surgieron los helados soft
Con respecto a su historia, no hay consenso sobre su origen. Una de las teorías atribuye su creación a Tom Carvel, un estadounidense que, en 1934, pinchó una rueda mientras manejaba su camión de helados.
Lejos de resignarse, se colocó al costado de la carretera y comenzó a vender su helado derretido a las personas que pasaban por allí, quienes quedaron encantadas con la textura suave. El éxito de la experiencia lo llevó a abrir su primera tienda en 1936 y a patentar las primeras máquinas de soft serve.
Otra versión apunta a la cadena de heladerías Dairy Queen como la creadora de los helados soft. J.F. McCullough y su hijo Alex, fundadores de la empresa, afirmaron haber inventado esta fórmula de helado en un laboratorio de Illinois, Estados Unidos.
Cuál es la mejor base para los helados suaves
La base es un componente fundamental para la elaboración de los helados. Las bases utilizadas para producir los soft serve son más aireadas y menos densas que las empleadas para crear la variedad tradicional.
Entre sus ingredientes podemos encontrar:
- Lácteos, que aportan cremosidad.
- Azúcares, que endulzan el producto e influyen sobre la textura y el punto de congelación.
- Estabilizantes y emulsionantes, que mejoran la consistencia, evitando la formación de cristales de hielo y asegurando la mezcla homogénea de agua, aire y grasa.
Ahora bien, ¿cómo elegir la base para helado soft que mejor se adapte a tus necesidades? Teniendo en cuenta algunos parámetros fundamentales:
- Contenido graso. La grasa es un factor importante para la cremosidad del producto. Si se busca obtener un helado más intenso y espeso, es necesario escoger una base con mayor contenido graso. Por el contrario, si el objetivo es elaborar un helado soft más ligero, lo adecuado es elegir una con menos grasa.
- Dulzor. La cantidad de azúcar determina el nivel de dulzor del helado. Si se prefiere un helado soft menos dulce, lo adecuado es utilizar bases con menor contenido de azúcar, o bien añadirla durante la preparación hasta encontrar el punto deseado. No obstante, es fundamental tener en cuenta que tanto el exceso como la falta de azúcar impactan sobre el proceso de congelación.
- Tipo de leche. Los helados soft pueden elaborarse con bases lácteas (leche vacuna, crema) o bien con bases no lácteas, como leche de soja, de almendras o de coco. Las primeras dan como resultado productos más cremosos, mientras que las segundas ofrecen softies más ligeros. Además, las leches de origen vegetal son aptas para veganos y consumidores con intolerancia a la lactosa.
- Estabilizantes. Los estabilizantes son un elemento fundamental para los helados, ya que evitan la cristalización indeseada y ayudan a mantener una estructura homogénea. En el caso de la versión soft, es imprescindible escoger una base que tenga un estabilizante compatible con el sabor y la textura deseados.
- Sabor. Existen diferentes bases para helados. Escoger una neutra aporta la versatilidad necesaria para incorporar diferentes sabores, como chocolate, vainilla, dulce de leche y frutas, entre otros.
- Público target. Cuando los consumidores a conquistar tienen ciertas restricciones alimentarias (intolerancia a la lactosa) o preferencias dietéticas (regímenes veganos, reducidos en azúcar o altos en proteínas), es necesario escoger bases para helados que se adapten a estas necesidades.
Aunque en el mercado existen distintas alternativas, en Laboratorios Basso ponemos a tu disposición una amplia variedad de bases para elaborar helados Soft a fin de que elijas la que mejor se ajuste a los requerimientos y objetivos de tu negocio.
¿Qué esperás para fabricar helados soft en tu local? Si querés empezar, mirá la receta de opción vegana. ¿Tenés dudas? Contactanos.
noviembre 29, 2023