La industria heladera se mantiene en constante evolución para satisfacer las necesidades y preferencias de los consumidores. En un mercado donde las tendencias apuntan cada vez más a opciones saludables, el helado sin azúcar ha emergido como una propuesta innovadora y atractiva.
Vale aclarar que, a diferencia de lo que habitualmente se piensa, este tipo de helado no es completamente libre de azúcares, sino que es reducido en glúcidos. Esto es así porque la fructosa y la lactosa, azúcares naturales de las frutas y de la leche, respectivamente, están presentes en las preparaciones.
Por lo tanto, cuando decimos “helados sin azúcar”, no significa que carezcan de mono y disacáridos, sino que son significativamente reducidos en glúcidos y no poseen sacarosa agregada, lo que lo convierte en una alternativa ideal para quienes buscan opciones con menos calorías o que tienen restricciones alimenticias.
Al incluir este tipo de helados, los establecimientos se alinean con las tendencias actuales del mercado, posicionándose como una marca que responde a las demandas de los clientes y busca innovar permanentemente para crear alternativas más saludables.
Un atributo clave del helado sugar free es su capacidad para ser elaborado sin los octógonos de advertencia establecidos por la Ley de Etiquetado Frontal.
Esto lo hace especialmente atractivo para un público que busca productos con un etiquetado más limpio y un consumo más consciente.
Por otro lado, la versatilidad de estos helados es una de sus mayores fortalezas. Pueden ser desarrollados con bases lácteas o al agua, lo que permite una amplia gama de sabores a elección que se adaptan a todos los gustos.
De esta forma, las heladerías tienen la posibilidad de innovar, ofreciendo creaciones únicas y personalizadas.
Múltiples opciones de presentación y despacho
La flexibilidad del helado sin azúcar se extiende más allá de su composición. Los establecimientos heladeros pueden presentarlos en múltiples formatos para adaptarse a las necesidades de los consumidores y a las dinámicas del negocio.
Ya sea en palito, tacita, pote, o servido al mostrador, la variedad de presentaciones y opciones de despacho es un gran atributo que diferencia a estos productos.
Esta adaptabilidad permite llegar a un público más amplio y ofrecer el helado de la forma en que el cliente prefiere consumirlo.
Uno de los mayores desafíos al elaborar helados sin azúcar es reemplazar la sacarosa, que actúa como anticongelante y aporta gran parte de los sólidos.
Sin embargo, gracias al desarrollo de nuevas bases y tecnologías, es posible conseguir sustitutos que no solo mantienen la textura cremosa, aireada y suave del helado tradicional, sino que también ofrecen un sabor excepcional sin la necesidad de edulcorantes.
Así, es posible fomentar un consumo más saludable, donde la porción recomendada es de una bocha para evitar ingerir mayores cantidades de azúcares.
Fieles a nuestro espíritu innovador y pensando siempre en satisfacer las necesidades de heladeros y clientes, en Laboratorios Basso creamos bases reducidas en glúcidos para helados sin octógonos:
Para garantizar que un helado sea realmente reducido en azúcares, es crucial seleccionar cuidadosamente los ingredientes. Por ello, se recomienda evitar saborizantes en pasta o jarabes que puedan añadir grandes cantidades de azúcar o glucosa. Aconsejamos el uso de Saborizantes Basso en polvo que solo aportan 0.5% de azúcares.
Vale aclarar que es importante respetar la porción recomendada, que suele ser de una bocha. Ingerir más de la cantidad sugerida aumentaría el consumo de azúcares, lo cual va en contra del propósito de este tipo de producto. Además, si se incorpora a la dieta por motivos de salud, es fundamental consultar a un médico o nutricionista.
Nuestras bases para helados no contienen edulcorantes, lo que le da al fabricante la libertad de elegir el tipo de edulcorante que prefiera para lograr el dulzor deseado. Sin embargo, es importante saber que si se usa un edulcorante "no nutritivo", el producto final deberá llevar un sello de advertencia que indica que no es apto para niños menores de 3 años.
También se recomienda servir estos helados en envases no comestibles (plástico, polipapel, etc.) para evitar el agregado de glúcidos de la masa del cono o vasito de pasta.
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